Gestionando el Cambio Climático en el sector logístico del Norte Grande

Ahora es ampliamente aceptado en la comunidad científica que la actividad humana está causando un aumento dramático en la producción de gases de efecto invernadero, más significativamente dióxido de carbono, lo que hace que el calor quede atrapado en la atmósfera del planeta. Este ha sido el caso durante los últimos 100 años, y el calentamiento global resultante ya está teniendo efectos desastrosos en nuestro ambiente.
El impacto del calentamiento global ya se puede ver en el derretimiento de los glaciares antárticos que conduce al aumento del nivel del mar, el crecimiento de ambientes desérticos inhóspitos y eventos climáticos y geológicos más extremos, incluidas tormentas más fuertes y frecuentes. De todas las industrias que deben aceptar la responsabilidad por el cambio climático, posiblemente los operadores logísticos son los más directamente conscientes del deterioro que se está produciendo, ya que los cambios en los sistemas climáticos, las tormentas anormales, las rutas marítimas afectadas y la transformación ambiental causarán una impresión significativa en sus actividades, lo que obliga a modificar o eliminar por completo los patrones comerciales establecidos y las rutas comerciales.
Por tal motivo, durante años el gobierno argentino y las provincias que conforman el Norte Grande vienen trabajando obras alternativas para combatir el cambio climático y recuperar la navegabilidad del Río Bermejo.
Las obras proyectadas en la cuenca del Bermejo apoyada por el COREBE, consisten en un dique madre principal en Zanja del Tigre, lugar ubicado en las vecindades de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán.
Este, a su vez, estará complementado con más de tres presas a construirse en los afluentes del propio Bermejo y del Río Grande de Tarija, cuya confluencia se encuentra en la Junta de San Antonio. Estas presas complementarias cumplirán la función de regular los caudales del río y de retener los sedimentos que arrastra.
Este tipo de proyecto contemplaría la creación de un canal navegable, o lateral, como se lo denomina en el anteproyecto de la COREBE, tendrá 36 metros de ancho y 4 metros de profundidad. Permitirá que operen barcazas de 11 metros de ancho y 60 metros de largo, con una capacidad de transporte de 1.500 toneladas, es decir, un equivalente a 50 camiones.
Finalmente parte de los beneficios de lograr un proyecto de navegabilidad del Bermejo afianzaría la integración nacional y contribuiría la vinculación subregional de la ZICOSUR, abaratando costos en el sector logístico minero y agrícola de la Argentina.