La Argentina debería incorporar consideraciones climáticas en su Política Monetaria

Economía & Negocios 12 de enero de 2022 Por NGN
El cambio climático y su impacto macroeconómico
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Los fenómenos meteorológicos extremos hacen que la economía sea menos predecible. Afectan al volumen de la producción y al coste de las cosas. Por ejemplo, un período de sequía muy extendido puede arruinar varias cosechas. Cuando hay menos alimentos disponibles, sus precios suben. A medida que aumenta la frecuencia de estos fenómenos, se genera más incertidumbre. En consecuencia, resulta más difícil valorar qué perturbaciones de nuestra economía requieren cambios en nuestra política monetaria, y cuáles no.

Aunque normalmente centramos en cómo evolucionarán los precios en los próximos años, también debemos considerar que el cambio climático es un desafío a largo plazo. Las políticas diseñadas para fomentar actividades más ecológicas en nuestra economía también inciden en el coste de las cosas. Por ejemplo, los impuestos sobre el carbón, el petróleo y el gas pueden encarecer la energía procedente de estas fuentes. Los Gobiernos locales y provinciales también pueden optar por apoyar tecnologías más sostenibles y energías más verdes, cuyo impacto puede ser mayor en algunas industrias y regiones que en otras, lo que, en última instancia, repercutirá en el funcionamiento de nuestra economía.

Los riesgos derivados del cambio climático pueden afectar a la estabilidad del sistema financiero y bancario. Por ejemplo, activos que hoy se consideran muy valiosos, podrían valer mucho menos mañana. Este sería el caso de una empresa de energía que lleva a cabo actividades de perforación para suministrar petróleo a sus clientes. En una economía más verde en la que se prohibiera la perforación, esta empresa valdría mucho menos. Si el valor de sus acciones cae, otras empresas y bancos titulares de esas acciones también podrían tener problemas. Estos sucesos pueden atemorizar a los mercados y propagar la inestabilidad. Los trabajadores podrían perder sus empleos, y el gasto y la inversión podrían caer. Todo ello puede dañar gravemente la economía y dificultar mucho más nuestra tarea de mantener los precios estables.

Debemos tener en cuenta los riesgos del cambio climático cuando elaboramos nuestra política monetaria, y ello nos ayudará a adoptar mejores decisiones. Pero es una tarea ingente que no estará lista de la noche a la mañana. Por este motivo, el Senador Nacional Antonio Rodas se ha comprometido con un plan de actuación amplio y audaz, con el fin de centrar los esfuerzos en áreas esenciales para ayudar a afrontar el cambio climático.

La propuesta del Senador consta de la recopilación de datos e información, con la finalidad de reunir a los actores del sistema bancario, financiero y gobiernos locales con el fin de avanzar en una propuesta superadora para establecer un régimen especial para medir el stress financiero de los proyectos de inversión 

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