Municipios: La gobernanza como eje fundamental de la Gestión del Riesgo de Desastres

Gestión del Riesgo 18 de febrero de 2022 Por NGN
Gestionando el Riesgo Local
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Riesgos urbanos y rurales

Reducir el riesgo de desastres consiste en abordar el desarrollo básico que ayuda a construir una “resiliencia acumulada” y preparación y mitigación de desastres. También implica garantizar una gobernanza adecuada, es decir, transparente, estructuras de toma de decisiones responsables y representativas, para que las necesidades y voces de todos sean considerados y los beneficios del desarrollo benefician a todos. Por lo tanto, conectar la gestión del riesgo con procesos de desarrollo más amplios contribuye a promover un enfoque de reducción de riesgos centrado en las personas.

El éxito en lograr una mayor resiliencia también depende de la competencia y capacidad de los gobiernos locales
promoviendo y sosteniendo los procesos y objetivos de desarrollo arraigados localmente que integren la reducción del riesgo de desastre, mitigación y adaptación al cambio. Dicha situación obliga a aprender sobre riesgos y oportunidades cambiantes, identificando y evaluando opciones, tomar decisiones y revisar estrategias en colaboración con una variedad de actores, particularmente a los que corren mayor riesgo. Se requiere que el foco esté centrado en lo que debe hacerse, pero más importante aún en cómo, por quién y con qué apoyo. Finalmente, exige al gobierno nacional y a los organismos multilaterales de crédito adoptar una visión de análisis de la gestión de riesgo sobre la infraestructura critica y la evolución del patrimonio ambiental.

A nivel regional, los desastres continúan causando un gran número de muertos, heridos y pérdidas económicas debido a los altos niveles de exposición y vulnerabilidad, particularmente en relación con los procesos de urbanización y explotación rural mal planificada. Abordar los factores subyacentes del riesgo de desastres y la promoción del desarrollo transformador deben, por lo tanto, convertirse en un prioridad. Esto implica un serio cuestionamiento de cómo se ha abordado la gestión del riesgo de desastre hasta ahora, en todos los niveles y
sectores, y una mejor comprensión de que los desastres (y el cambio climático) no son externalidades que deben reducirse sino características intrínsecas de las vías de desarrollo actuales. En su forma más progresiva, la reducción de riesgo de desastre debería ir más allá de proteger los logros del desarrollo y abordar los riesgos actuales, y más bien proponer nuevos modelos de desarrollo que sean ambientalmente sostenibles y socialmente justos y que, por lo tanto, puedan reducir los riesgos futuros.

Por tal motivo, el Senador Nacional Antonio Rodas viene articulando reuniones con cámaras empresarias, empresas aseguradoras, ONGs, universidades, gobiernos locales y organismos multilaterales de crédito, y representantes de los gobiernos extranjeros con asiento en el país, con el fin de implementar un sistema de Gestión de Reducción de Riesgos de desastres (RRD) que considere y gestione una amplia gama de riesgos, desde los riesgos frecuentes y de pequeña escala asociados con la vida cotidiana (riesgo extensivo) a los riesgos poco frecuentes y de mayor escala relacionados con riesgos extremos.

Por su parte, Peter Sundheimer, asesor técnico, explicó que la Gestión del Riesgo podría ser un punto de entrada para promover simultáneamente la RRD y la adaptación al cambio climático, y el desarrollo sostenible.

Finalmente destacaron que hay ciertos factores que ayudarían a generar las condiciones para desarrollar e implementar sistemas locales de riesgo de desastres, estrategia de reducción y resiliencia a través de un enfoque inclusivo y proceso participativo, respondiendo a las necesidades locales y permitiendo
la apropiación y aceptación de la estrategia por parte de todos los actores urbanos y rurales, siempre que se cuente con el apoyo de los gobiernos provinciales y la asistencia técnica del sector asegurador

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