Gestionando el riesgo financiero frente al cambio climático

Los desastres meteorológicos y climáticos le han costado a la Argentina más de US$10 mil millones en los últimos cinco años, con impactos en las arcas de las personas, las empresas y el sector público.
En respuesta a los patrones climáticos cada vez más extremos, los formuladores de políticas y los inversores globales están ansiosos por predecir y prepararse mejor para los futuros riesgos del cambio climático. Sin embargo, para reducir los daños causados ​​por los impactos climáticos y tomar decisiones políticas y financieras completamente informadas, deben valorar con precisión esos riesgos.
Los inversores, las empresas y los legisladores necesitan especialmente este tipo de información sobre riesgos climáticos. Pero a pesar de los grandes conjuntos de datos climáticos disponibles públicamente, el tejido de conectividad requerido para aplicar esos datos a los análisis de riesgo financiero no está completamente desarrollado y requiere una mejor coordinación entre los científicos del clima y aquellos que intentan evaluar el riesgo financiero. Los investigadores ahora están considerando cada vez más cómo la ciencia del clima puede informar mejor el análisis de riesgos comerciales.
Los formuladores de políticas ahora están comenzando a tomar los riesgos que los impactos climáticos representan para la economía mucho más en serio. Por tal motivo, a fines del año pasado, el Senador Nacional Antonio Rodas instruyó a su equipo técnico a realizar un análisis sobre el Riesgo Financiero Relacionado con el Clima, ordenando a su equipo a tomar contacto tanto con agencias provinciales como gobiernos locales que analizan y mitigan los riesgos que el cambio climático pudiese representar para los propietarios de viviendas, consumidores, empresas, trabajadores y sistema financiero.
Por su parte, Peter Sundheimer, asesor técnico del Senador hizo hincapié en que las barreras actuales no se resolverán simplemente con datos de acceso abierto o con proveedores de servicios climáticos que reempaquetan la información. En cambio, exigirá un rediseño del flujo de información para que se desarrollen, perfeccionen y comuniquen proyecciones climáticas adecuadas en consulta con los tomadores de decisiones clave e instruyan a la creación de un fondo para potenciar la gestión del riesgo de desastres en gobiernos locales surgido de un % del total de las primas emitidas en Argentina.