La deformación de la naturaleza significará una mayor dependencia de la ingeniería

Las inundaciones son procesos naturales valiosos. En muchas regiones agrícolas, una excelente cosecha sigue a las inundaciones debido a la humedad adicional y los nutrientes depositados.
Pero cuando partes del medio ambiente se convierten en hormigón, la capacidad de la tierra para absorber las gotas de agua de la inundación y las protecciones de ingeniería se vuelven aún más necesarias.
Las represas, los terraplenes, los desagües pluviales y las bombas que protegen los desarrollos solo son efectivos hasta cierto punto. Tales estructuras eliminan eficazmente las inundaciones a pequeña escala, que de otro modo habrían ayudado a recargar los acuíferos, elevar el nivel de "aguas verdes" almacenadas en los suelos, depositar sedimentos, ayudar a la fertilidad del suelo y evitar la compactación y el hundimiento.
Como resultado, las soluciones de ingeniería detienen las inundaciones a pequeña escala y los beneficios que las acompañan, pero no previenen las inundaciones a gran escala y dan una falsa sensación de seguridad a los residentes de las llanuras aluviales.
Por tal motivo, el Senador Nacional Antonio Rodas, vicepresidente de la comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, planteó la necesidad impostergable de que el Norte Grande y las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires trabajen sobre un esquema de gestión de riesgos.
Por su parte, Peter Sundheimer, asesor técnico del Senador, explicó que a medida que el cambio climático cambie los límites tradicionales de las áreas propensas a inundacion, enfrentaremos la necesidad apremiante de confrontar las fuerzas que nos impulsan a desarrollar sobre llanuras aluviales. Un primer paso clave sería endurecer los límites y limitar las oportunidades de 'mordisquear' las llanuras aluviales. Hacer que los desarrolladores y constructores rindan cuentas a los propietarios de viviendas incluso después de la venta sería beneficioso, aunque tales arreglos prácticamente no tienen precedentes. De todas formas, es imperante que los municipios restrinjan la construcción de viviendas o edificaciones en zonas inundables.